El tratamiento del huevo en Granja Avícola San Antonio se realiza a través de la última tecnología existente en este sector: La empresa tiene una clasificadora Moba modelo 330 construida totalmente en acero inoxidable.

El inicio de la detección del huevo empieza por el Egg Inspector para la separar el huevo sucio del limpio, a través de cámaras fotográficas. Después la máquina a través del "Crack detector" separa los huevos sanos de los rotos y fisurados, mediante ultrasonidos. Y finalmente una unidad UV, de radiación ultravioleta, procede a eliminar los posibles gérmenes que el huevo pueda poseer en la cáscara.

Una vez que han pasado por este proceso de detección, los huevos que la máquina ha pasado, se pesan a través de básculas electrónicas que indicaran la línea de envasado y la posición que ocupa en el envase cada huevo.

Ésta máquina posee un sistema de "counti-flow" que permite automatizar el proceso de retractilado para lo cual la empresa dispone de tres máquinas al efecto. 

Terminados todos los procesos, llega el embalaje que concluye con el producto preparado en la nave de carga, listo y dispuesto a ser llevado a los puntos de distribución y venta con todas las garantías sanitarias y todos los estándares de calidad, con lo que los huevos llegan al consumidor final en el estado óptimo de consumo.